La ironía, el humor se mezclan con la escritura prolija de Sergio Simionato y en este MisteriosaMente destacan con más fuerza. Un trabajo cuidadoso de los personajes, sus voces y sus formas de actuar nos lleva por un mundo de textos en el que los protagonistas pueden ser un chico esperando a Papá Noel; gente que procura fugarse por partes; escritores obsesionados con el error o decididos al plagio total para poder figurar, ser famosos; amigos que todos conocen pero que nadie ve. Simionato muestra la gama de imaginación, ya ofrecida en otros libros, pero, en este caso, suma un manejo del absurdo muy filoso, que permite al lector disfrutar de frases como “Cuando despierte la mañana siguiente, todo se habrá esfumado, al igual que el humo del caldero y el vapor de los recuerdos”. “Cuando el conductor cerró la canilla de charlatanería con una sonrisa y se lo quedó observando, supo que había llegado lo peor”. MisteriosaMente nos conduce por esos mundos que Simionato maneja con excelencia, e invita como guía sereno y conocedor de que no va a defraudar a sus visitantes.